Variedad de polen y poca humedad, son las características de la miel de Málaga.

La miel de Málaga fue la protagonista de la tertulia mensual que la Carta Malacitana celebró en las instalaciones de El Pimpi, el martes 25 de marzo, y a la que fueron invitados Anabel Rojas, secretaria del Consejo Regulador de la Miel de Málaga y Juan Molina, presidente de la Asociación Malagueña de Apicultores.

Anabel Rojas contó a los asistentes cómo nació la denominación de origen a petición de la Asociación de Apicultores, y que se logró en junio de 2024, así como de la gran tradición apícola de Málaga, de la que siempre se destacó su calidad, siendo, en época nazarí, uno de los productos estrella que se exportaban al norte de África.

De las características de este producto malagueño, se destacó su falta de humedad y la variedad de tipos de polen que las abejas utilizan en función de la ubicación de las colmenas, ya que los apicultores de la tierra practican la trashumancia desde la costa al interior, aprovechando el intenso potencial floral de zonas como el valle del Guadalhorce, la Axarquía, la campiña de Antequera o las zonas ubicadas en los parques naturales y en el parque nacional de la Sierra de las Nieves. Las variedades de miel que ampara la denominación de origen de Málaga son ocho: milflores, romero, tomillo, azahar, eucalipto, aguacate, castaño y bosque. Esta última no es un producto polínico, ya que se trata de un mielato procedente de la exudación de los frutos de las especies de quercus que pueblan varias zonas de la geografía malagueña. Además de la mil, aunque ya fuera de la denominación de origen, los agricultores comercializan otros productos como el polen, el própolis e incluso el veneno de abeja que se utiliza en cosmética.

La calidad de la miel se avala mediante análisis físico-químicos, polínicos y organolépticos en laboratorios cualificados, siendo perjudicial para ella las elevadas temperaturas, por lo que hay que evitarlas para su buena conservación.

Según Juan Molina, el cambio climático al igual que plagas, como el avispón asiático, y enfermedades como la varroa, son dificultades contra las que tienen que luchar los apicultores de Málaga, aunque mostró su esperanza de desarrollo del sector por el interés que despierta en muchos jóvenes la apicultura.

Los asistentes tuvieron la oportunidad de catar tres tipos de miel bajo las indicaciones de ambos ponentes. La primera fue de azahar, miel de color claro y sabor save; de castaño, de color más oscuro y con sabores más potentes que recordaban a cereales tostados y se concluyó con la miel de bosque, con toques amargos e incluso salinos, óptima para su uso en cocina.

El coloquio entre los ponentes y el público estuvo animado, y, por gentileza de El Pimpi, se concluyó con un brindis con vino de Málaga, por el éxito de esta joven denominación de origen y su dulce producto.

El acto fue moderado por Marcos Chacón, y el vicepresidente de la Carta Malacitana, Jesús Moreno, entregó a Anabel Rojas y a Juan Molina, una escultura de Pepe Pereiro, como recuerdo de su paso por esta tertulia.

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