Málaga es una verdadera maravilla desde el punto de vista enológico

La Carta Malacitana ha inaugurado este martes, 24 de octubre, en el salón de actos del Ateneo, el XVII Ciclo de Tertulias y Conferencias bajo el título de “Las sugerencias de La Carta Malacitana” con la intervención de José Manuel Moreno Ferreiro con la conferencia: “Málaga, una isla de diversidad enológica”.

Previamente, el presidente de la Carta Malacitana, Antonio Carrillo, anunció los contenidos de estos encuentros que, en esta ocasión, estarán especialmente dedicados al vino con motivo de celebrarse el centenario de la marca “Málaga”, aunque también se abordarán otros productos como la miel, los aceites y los quesos. Las citas serán en el Ateneo, en el Gastrocampus de la Facultad de Turismo de la UMA y en el restaurante El Pimpi. José Manuel Moreno comenzó su conferencia afirmando que “Málaga no es una isla, sino un archipiélago de diversidad enológica, por su geografía en la que se hallan numerosos territorios y microclimas”. En cuanto a su historia, dijo que los vinos malagueños son el resultado de milenios; investigaciones recientes junto a los dólmenes de Antequera, concluyen en que la “domesticación” de la vid, junto con el olivo, tiene en Málaga una antiguedad de 6.000 años. “La historia y la geografía han generado paisaje: la Axarquía, los Montes, Ronda, Manilva…”.

Durante los siglos XVII y XVIII, la variedad Pedro Ximén fue la preponderante en todos los tipos de vinos. Ya en el XIX, se operaron cambios importantes como la adición de alcohol o la utilización de la moscatel, que configuraron los vinos que han llegado hasta nuestros días.

También demandó José Manuel Moreno protección para los numerosos lagares abandonados, para que permanezcan como testimonios de la importante actividad que sustentó la economía local.

“Málaga es una verdadera maravilla desde el punto de vista enológico”, fue la conclusión final de la disertación, ante un salón ateneísta abarrotado de público.

El acto fue presentado por el periodista Marcos Chacón y al conferenciante se le hizo entrega de la escultura de una barca con espeto, obra del artista José Pereiro.