El cocinero Mariano Martín ha cumplido sus primeros 50 años en los fogones. Su restaurante, uno de los favoritos del público, está especializado en la culinaria tradicional de Casabermeja. Por eso la cocina del Mesón Mariano huele como la cocina de su madre y de su abuela, oriundas del Lugar. Igual que ese aceite de oliva virgen extra, de Casabermeja, naturalmente, con el que Mariano prepara la mayonesa para la ensaladilla rusa y el gazpachuelo: son platos que se aman en esta casa. Lo mismo que esas alcachofas que elabora de una docena de formas diferentes: confitadas con jamón ibérico, planchadas, rebozadas…. Nunca faltan en su carta, pues el guisandero se las hace traer frescas todo el año de diferentes huertas. Todas nacionales: Navarra, la Vega Baja de Almoradí, Zafarraya o el ubérrimo Valle del Guadalhorce.

Las genuinas recetas de siempre ejecutadas por esa mano privilegiada que asa el chivo lechal malagueño como nadie, que encumbra la Olla de Berzas y toda la letania de porrillas y cazuelas populares; el bacalao, la rústica salsa de Almendras de sus gloriosos Albondigones con patatas fritas… Otros timbres de gloria de la cocina mariana son el rabo de toro, la zarzuela de pescados y mariscos, las frituras de pescaíto, los taquitos de hígado de rape… Como el bueno de Mariano es también muy laminero, para rematar el festín siempre tiene algún postre casero muy gulesco, como una monumental tartita, esa Leche frita con helado de turrón o un buen queso viejo con fresquísima carne de membrillo.